La cola de 100 metros no era para ver ningún partido, esta vez el hincha tenía que jugar. Volvía a ser protagonista, como cuando impidió que cerraran el club, llenó una cancha sin fútbol o en las marchas contra el gerenciamiento. Y la rompió. Fue la figura de un día histórico para Racing, el de las elecciones tras 11 años de quiebra y gerenciamiento. A las 8, el horario estipulado para abrir la sede de Mitre 934, ya se percibía un clima especial. La electricidad recorría las camisetas racinguistas que ocupaban la vereda y dos carriles de la avenida. La demora de una hora, por el insólito olvido de uno de los candidatos (Salvador Azerrad no había mandado las boletas), no perturbó en lo más mínimo el espíritu de la gente, que emitió su voto y armó el podio lógico de un comicio que coincidió totalmente con las encuestas previas. Primero quedó el ahora presidente Rodolfo Molina, segundo Miguel D'Aquila, tercero Hugo Recchia, cuarto Daniel Lalín y último Azerrad.
A las 9, por fin, la sede abrió para recibir a los 5.099 votantes que se presentaron hasta las 18. En principio se había especulado con estirar una hora el cierre, por aquella demora inicial. No hizo falta, porque a las 17 ya había sufragado más del 80% de los socios habilitados: 5.857 que cumplieron el trámite del reempadronamiento. Otra muestra de conciencia colectiva del hincha. La afluencia sólo se vio interrumpida por un chaparrón que se desató en Avellaneda cerca de las 14.30.
Con seguridad. El operativo contribuyó enormemente a que todo se desarrollara en paz. Y no sólo por los 100 policías que se encargaron de controlar los accesos, sino por los recaudos que se tomaron para hacer transparente la elección y evitar cualquier sospecha de fraude. Una vez ingresado, el socio se topaba con dos molinetes. El primero en la puerta y el otro a mitad de camino. En estos debía poner su carnet para que quedaran registrados todos sus datos. Y no era un placebo, porque Olé pudo comprobar como varias personas fueron rechazadas al querer ingresar por segunda vez en la sede. Ni el pedido de usar los baños funcionó.... Inmediatamente, el sistema alertaba a las autoridades si alguien ya había pasado por el molinete. Además se utilizó un dispositivo para registrar las huellas dactilares. Por último se realizó un seguimiento de los sobres, ya que corrió el rumor de que podían ser robados y reemplazados por otros para arruinar el comicio. Los mismos llevaban cinco firmas (de cada uno de los fiscales de las distintas agrupaciones) y un sello. Una vez superadas las barreras tecnológicas, en la parte final de la sede los hinchas se encontraron con las 20 mesas habilitadas. Supervisando todo estaba la Junta Electoral y el interventor García Cuerva. Tampoco faltaron los barras, de la antigua camada y de la nueva, quienes esperaron en el exterior e incluso algunos votaron.
Quedó Pelado. Lo que dominó la elección fue la tranquilidad. No hubo incidentes, ofensas entre los diferentes grupos, ni siquiera miradas de soslayo. Casi todos los candidatos y sus grupos de trabajo permanecieron en el lugar con el objetivo de hablar con los socios. El único que faltó fue Lalín. Después de una decena de rumores, lo que sí se confirmó fue que el ex presidente le pidió garantías a García Cuerva y el interventor le aseguró que dentro de la sede se las podía otorgar, pero no afuera. Y el problema, justamente, estaba en la calle. Muchos hinchas, como habían hecho en los últimos partidos del torneo, manifestaron su repudio al Pelado y estaban deseosos de decirle algunas cosas en persona. García Cuerva también le sugirió ingresar por la puerta de atrás, algo que fue rechazado por Lalín. "Yo no soy un delincuente y no tengo por qué entrar por atrás. Y menos en mi casa", le contestó. Así, el Pelado no pudo sumar ni su voto a la causa.
No hizo falta esperar al recuento de los votos para saber que Molina era el nuevo presidente. El boca de urna le daba a este abogado de 43 años una ventaja de 2 a 1 sobre D'Aquila. Tendencia que se registró en las primeras horas de la elección y se mantuvo durante todo el día. Conocedor de estas cifras, al mediodía D'Aquila pidió por televisión que los socios concurrieran a votar porque "todo estaba muy parejo". Fue su intento de revertir la historia. Unas horas después, a las 15, Azerrad ya reconocía la victoria de Racing Vuelve.
¿Por qué ganó Molina? Forma parte del grupo que desarrolló un trabajo silencioso pero efectivo en el predio Tita Mattiussi y con la creación de la escuela Primaria en la sede. Y por cómo se rodeó. Consultados por este diario, muchos socios explicaron que vieron acertada la decisión de contar con Luis Carbone, nieto de uno de los primeros presidentes de Racing y con mucha presencia en Avellaneda, como vice primero. Y en especial aseguraron que optaron por Molina cuando se enteraron de que el padre Juan Gabriel Arias formaba parte de la lista. El cura, muy querido por los simpatizantes, fue incorporado una vez que recibió el permiso de la Iglesia para desempeñarse como dirigente. Y eso inclinó la balanza de los indecisos, ampliando así la diferencia sobre D'Aquila.
Dos minutos antes de las 18, Molina volvió a aparecer por la puerta de Mitre 934 y ahí se desataron los festejos entre los 700 hinchas que ya habían cortado totalmente la avenida. Lo recibieron al cantito de "se siente, se siente, Molina presidente". Siguieron con "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, con Molina presidente el pasado nunca más". Y se acordaron de Blanquiceleste y sus dos gerenciadores (Fernando Marín y Fernando de Tomaso), para terminar el repertorio con Lalín. "Este es el triunfo de toda la gente de Racing. Y queremos sumarlos a todos para devolverle al club su grandeza. Nosotros tenemos gente capacitada para cada área, pero también reconocemos que en las otras listas hay profesionales de primer nivel", aseguró Molina antes de ser paseado en andas. Discurso típico de ganador, que el tiempo dirá si se transforma en un hecho.
Después, el nuevo presidente, el primero después de una década nefasta que sólo se mitigó con el título del 2001, saludó desde el balcón de su búnker instalado a unos metros de la sede y repitió su consigna de "honestidad y trabajo". Hoy asumirá y atacará dos frentes. Por un lado lo económico, con una auditoría. Y, por el otro, lo futbolístico: charla con Llop y refuerzos (Papu Gómez y Leguizamón). Racing Vuelve ganó. Y Racing volvió.
lunes, 22 de diciembre de 2008
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