viernes, 26 de diciembre de 2008
martes, 23 de diciembre de 2008
Fake Trailer
Un Fake Trailer es, como su palabra lo indica, un trailer que se hace
basado en algo que puede ser que suceda.
En este caso es una película de los ThunderCats, pero OJO, no quiere decir que vaya a existir!!
basado en algo que puede ser que suceda.
En este caso es una película de los ThunderCats, pero OJO, no quiere decir que vaya a existir!!
Érase una vez...una banda...
"La Lokeli"...¿qué será de ti?, ¿por dónde andarás?...
Buscando una razón...
Buscando una razón...
lunes, 22 de diciembre de 2008
...los himnos de tu corazón...
El sístole-diástole de ese músculo invisible -elástico pero resistente- que se teje entre el Indio Solari y sus fieles seguidores hizo latir el viernes por la noche al Estadio Ciudad de La Plata. Mientras el cantante hacía pie en el material más reciente de su obra solista para articular un show de más de dos horas de duración, las bandas se relamían antes de escuchar los temas de Los Redondos en la voz de quien fuera su cara visible durante décadas. Frente a la insistencia del Sólo te pido que se vuelvan a juntar, el ex líder ricotero destiló paciencia y, por momentos, una actitud casi paternal.
En la apertura, el rock tracción a sangre preparó los ánimos para lo que vendría a continuación. Fue con la sucesión de Pedía siempre temas en la radio, Ramas desnudas y Porco Rex, todos temas pertenecientes a su último trabajo. "Yo sé que hace calor, pero vamos a saltar un poquito", anunció Solari. Y más de 40 mil personas se encendieron con la primera tanda ricotera del recital: Me matan Limón!, Rock para el negro Atila y Divina TV Führer. Entonces hubo fiesta como en las viejas épocas, bengalas incluidas.
Sobre el escenario, tres pantallas tipo plasma tamaño cancha de fútbol reproducían artilugios de psicodelia pop en clave digital. Un sistema de signos -chanchitos, chicas semi-desnudas y la cara del artista- que remitían al arte de tapa de Porco Rex. Pero el sonido no siempre estuvo a la altura de semejante despliegue de tecnología de punta aplicada sobre el imaginario rockero: en algunas ocasiones, las palabras que Solari le dedicaba al público resultaban poco menos que inaudibles.
La doble pared construida por los guitarristas Baltasar Comotto y Gaspar Benegas llegaba a la médula de la canción cuando se trataba del repertorio solista. Pero la dinámica interna de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado cambiaba de manera casi imperceptible con los clásicos redondos: entonces los riffs y los punteos de guitarra eran, por decirlo de algún modo, respetuosos y se ubicaban en un segundo plano, para que se luciera la voz del calvo más popular de estos pagos.
Vestido con una camisa naranja y con sus típicos anteojos negros, el Indio se movió por el escenario más como un crooner de la contracultura que como un arengador de masas profesional. Pabellón séptimo, To Beef or Not to Beef y El tesoro de los inocentes de su primer disco, y los más recientes Bebamos de las copas lindas, Y mientras tanto el sol se muere¿ y Flight 956 (muy festejado cuando llegó, sobre el final) instalaron un clima diferente, entre cálido e intimista, bastante más cerca de la emoción que del agite.
Después de recibir a Andrés Calamaro con todos los honores (ver recuadro) y de completar el repaso del álbum Porco Rex, el Indio reservó para el tramo final varias piezas de artillería clásica de Los Redondos. Así pasaron Mariposa Pontiac, Un ángel para tu soledad y Juguetes perdidos. El público las cantó a voz pelada, como lo que verdaderamente significan para cada uno de ellos: son himnos de su corazón. Pero el clímax en plena medianoche platense se produjo con Jijiji y con el fenomenal pogo que hizo detonar. Vistas desde la platea, las cabezas saltarinas de los pobladores del campo estallaban como burbujas en la superficie de un mar sembrado de bombas pequeñitas.
En la apertura, el rock tracción a sangre preparó los ánimos para lo que vendría a continuación. Fue con la sucesión de Pedía siempre temas en la radio, Ramas desnudas y Porco Rex, todos temas pertenecientes a su último trabajo. "Yo sé que hace calor, pero vamos a saltar un poquito", anunció Solari. Y más de 40 mil personas se encendieron con la primera tanda ricotera del recital: Me matan Limón!, Rock para el negro Atila y Divina TV Führer. Entonces hubo fiesta como en las viejas épocas, bengalas incluidas.
Sobre el escenario, tres pantallas tipo plasma tamaño cancha de fútbol reproducían artilugios de psicodelia pop en clave digital. Un sistema de signos -chanchitos, chicas semi-desnudas y la cara del artista- que remitían al arte de tapa de Porco Rex. Pero el sonido no siempre estuvo a la altura de semejante despliegue de tecnología de punta aplicada sobre el imaginario rockero: en algunas ocasiones, las palabras que Solari le dedicaba al público resultaban poco menos que inaudibles.
La doble pared construida por los guitarristas Baltasar Comotto y Gaspar Benegas llegaba a la médula de la canción cuando se trataba del repertorio solista. Pero la dinámica interna de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado cambiaba de manera casi imperceptible con los clásicos redondos: entonces los riffs y los punteos de guitarra eran, por decirlo de algún modo, respetuosos y se ubicaban en un segundo plano, para que se luciera la voz del calvo más popular de estos pagos.
Vestido con una camisa naranja y con sus típicos anteojos negros, el Indio se movió por el escenario más como un crooner de la contracultura que como un arengador de masas profesional. Pabellón séptimo, To Beef or Not to Beef y El tesoro de los inocentes de su primer disco, y los más recientes Bebamos de las copas lindas, Y mientras tanto el sol se muere¿ y Flight 956 (muy festejado cuando llegó, sobre el final) instalaron un clima diferente, entre cálido e intimista, bastante más cerca de la emoción que del agite.
Después de recibir a Andrés Calamaro con todos los honores (ver recuadro) y de completar el repaso del álbum Porco Rex, el Indio reservó para el tramo final varias piezas de artillería clásica de Los Redondos. Así pasaron Mariposa Pontiac, Un ángel para tu soledad y Juguetes perdidos. El público las cantó a voz pelada, como lo que verdaderamente significan para cada uno de ellos: son himnos de su corazón. Pero el clímax en plena medianoche platense se produjo con Jijiji y con el fenomenal pogo que hizo detonar. Vistas desde la platea, las cabezas saltarinas de los pobladores del campo estallaban como burbujas en la superficie de un mar sembrado de bombas pequeñitas.
Volvió Racing...
La cola de 100 metros no era para ver ningún partido, esta vez el hincha tenía que jugar. Volvía a ser protagonista, como cuando impidió que cerraran el club, llenó una cancha sin fútbol o en las marchas contra el gerenciamiento. Y la rompió. Fue la figura de un día histórico para Racing, el de las elecciones tras 11 años de quiebra y gerenciamiento. A las 8, el horario estipulado para abrir la sede de Mitre 934, ya se percibía un clima especial. La electricidad recorría las camisetas racinguistas que ocupaban la vereda y dos carriles de la avenida. La demora de una hora, por el insólito olvido de uno de los candidatos (Salvador Azerrad no había mandado las boletas), no perturbó en lo más mínimo el espíritu de la gente, que emitió su voto y armó el podio lógico de un comicio que coincidió totalmente con las encuestas previas. Primero quedó el ahora presidente Rodolfo Molina, segundo Miguel D'Aquila, tercero Hugo Recchia, cuarto Daniel Lalín y último Azerrad.
A las 9, por fin, la sede abrió para recibir a los 5.099 votantes que se presentaron hasta las 18. En principio se había especulado con estirar una hora el cierre, por aquella demora inicial. No hizo falta, porque a las 17 ya había sufragado más del 80% de los socios habilitados: 5.857 que cumplieron el trámite del reempadronamiento. Otra muestra de conciencia colectiva del hincha. La afluencia sólo se vio interrumpida por un chaparrón que se desató en Avellaneda cerca de las 14.30.
Con seguridad. El operativo contribuyó enormemente a que todo se desarrollara en paz. Y no sólo por los 100 policías que se encargaron de controlar los accesos, sino por los recaudos que se tomaron para hacer transparente la elección y evitar cualquier sospecha de fraude. Una vez ingresado, el socio se topaba con dos molinetes. El primero en la puerta y el otro a mitad de camino. En estos debía poner su carnet para que quedaran registrados todos sus datos. Y no era un placebo, porque Olé pudo comprobar como varias personas fueron rechazadas al querer ingresar por segunda vez en la sede. Ni el pedido de usar los baños funcionó.... Inmediatamente, el sistema alertaba a las autoridades si alguien ya había pasado por el molinete. Además se utilizó un dispositivo para registrar las huellas dactilares. Por último se realizó un seguimiento de los sobres, ya que corrió el rumor de que podían ser robados y reemplazados por otros para arruinar el comicio. Los mismos llevaban cinco firmas (de cada uno de los fiscales de las distintas agrupaciones) y un sello. Una vez superadas las barreras tecnológicas, en la parte final de la sede los hinchas se encontraron con las 20 mesas habilitadas. Supervisando todo estaba la Junta Electoral y el interventor García Cuerva. Tampoco faltaron los barras, de la antigua camada y de la nueva, quienes esperaron en el exterior e incluso algunos votaron.
Quedó Pelado. Lo que dominó la elección fue la tranquilidad. No hubo incidentes, ofensas entre los diferentes grupos, ni siquiera miradas de soslayo. Casi todos los candidatos y sus grupos de trabajo permanecieron en el lugar con el objetivo de hablar con los socios. El único que faltó fue Lalín. Después de una decena de rumores, lo que sí se confirmó fue que el ex presidente le pidió garantías a García Cuerva y el interventor le aseguró que dentro de la sede se las podía otorgar, pero no afuera. Y el problema, justamente, estaba en la calle. Muchos hinchas, como habían hecho en los últimos partidos del torneo, manifestaron su repudio al Pelado y estaban deseosos de decirle algunas cosas en persona. García Cuerva también le sugirió ingresar por la puerta de atrás, algo que fue rechazado por Lalín. "Yo no soy un delincuente y no tengo por qué entrar por atrás. Y menos en mi casa", le contestó. Así, el Pelado no pudo sumar ni su voto a la causa.
No hizo falta esperar al recuento de los votos para saber que Molina era el nuevo presidente. El boca de urna le daba a este abogado de 43 años una ventaja de 2 a 1 sobre D'Aquila. Tendencia que se registró en las primeras horas de la elección y se mantuvo durante todo el día. Conocedor de estas cifras, al mediodía D'Aquila pidió por televisión que los socios concurrieran a votar porque "todo estaba muy parejo". Fue su intento de revertir la historia. Unas horas después, a las 15, Azerrad ya reconocía la victoria de Racing Vuelve.
¿Por qué ganó Molina? Forma parte del grupo que desarrolló un trabajo silencioso pero efectivo en el predio Tita Mattiussi y con la creación de la escuela Primaria en la sede. Y por cómo se rodeó. Consultados por este diario, muchos socios explicaron que vieron acertada la decisión de contar con Luis Carbone, nieto de uno de los primeros presidentes de Racing y con mucha presencia en Avellaneda, como vice primero. Y en especial aseguraron que optaron por Molina cuando se enteraron de que el padre Juan Gabriel Arias formaba parte de la lista. El cura, muy querido por los simpatizantes, fue incorporado una vez que recibió el permiso de la Iglesia para desempeñarse como dirigente. Y eso inclinó la balanza de los indecisos, ampliando así la diferencia sobre D'Aquila.
Dos minutos antes de las 18, Molina volvió a aparecer por la puerta de Mitre 934 y ahí se desataron los festejos entre los 700 hinchas que ya habían cortado totalmente la avenida. Lo recibieron al cantito de "se siente, se siente, Molina presidente". Siguieron con "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, con Molina presidente el pasado nunca más". Y se acordaron de Blanquiceleste y sus dos gerenciadores (Fernando Marín y Fernando de Tomaso), para terminar el repertorio con Lalín. "Este es el triunfo de toda la gente de Racing. Y queremos sumarlos a todos para devolverle al club su grandeza. Nosotros tenemos gente capacitada para cada área, pero también reconocemos que en las otras listas hay profesionales de primer nivel", aseguró Molina antes de ser paseado en andas. Discurso típico de ganador, que el tiempo dirá si se transforma en un hecho.
Después, el nuevo presidente, el primero después de una década nefasta que sólo se mitigó con el título del 2001, saludó desde el balcón de su búnker instalado a unos metros de la sede y repitió su consigna de "honestidad y trabajo". Hoy asumirá y atacará dos frentes. Por un lado lo económico, con una auditoría. Y, por el otro, lo futbolístico: charla con Llop y refuerzos (Papu Gómez y Leguizamón). Racing Vuelve ganó. Y Racing volvió.
A las 9, por fin, la sede abrió para recibir a los 5.099 votantes que se presentaron hasta las 18. En principio se había especulado con estirar una hora el cierre, por aquella demora inicial. No hizo falta, porque a las 17 ya había sufragado más del 80% de los socios habilitados: 5.857 que cumplieron el trámite del reempadronamiento. Otra muestra de conciencia colectiva del hincha. La afluencia sólo se vio interrumpida por un chaparrón que se desató en Avellaneda cerca de las 14.30.
Con seguridad. El operativo contribuyó enormemente a que todo se desarrollara en paz. Y no sólo por los 100 policías que se encargaron de controlar los accesos, sino por los recaudos que se tomaron para hacer transparente la elección y evitar cualquier sospecha de fraude. Una vez ingresado, el socio se topaba con dos molinetes. El primero en la puerta y el otro a mitad de camino. En estos debía poner su carnet para que quedaran registrados todos sus datos. Y no era un placebo, porque Olé pudo comprobar como varias personas fueron rechazadas al querer ingresar por segunda vez en la sede. Ni el pedido de usar los baños funcionó.... Inmediatamente, el sistema alertaba a las autoridades si alguien ya había pasado por el molinete. Además se utilizó un dispositivo para registrar las huellas dactilares. Por último se realizó un seguimiento de los sobres, ya que corrió el rumor de que podían ser robados y reemplazados por otros para arruinar el comicio. Los mismos llevaban cinco firmas (de cada uno de los fiscales de las distintas agrupaciones) y un sello. Una vez superadas las barreras tecnológicas, en la parte final de la sede los hinchas se encontraron con las 20 mesas habilitadas. Supervisando todo estaba la Junta Electoral y el interventor García Cuerva. Tampoco faltaron los barras, de la antigua camada y de la nueva, quienes esperaron en el exterior e incluso algunos votaron.
Quedó Pelado. Lo que dominó la elección fue la tranquilidad. No hubo incidentes, ofensas entre los diferentes grupos, ni siquiera miradas de soslayo. Casi todos los candidatos y sus grupos de trabajo permanecieron en el lugar con el objetivo de hablar con los socios. El único que faltó fue Lalín. Después de una decena de rumores, lo que sí se confirmó fue que el ex presidente le pidió garantías a García Cuerva y el interventor le aseguró que dentro de la sede se las podía otorgar, pero no afuera. Y el problema, justamente, estaba en la calle. Muchos hinchas, como habían hecho en los últimos partidos del torneo, manifestaron su repudio al Pelado y estaban deseosos de decirle algunas cosas en persona. García Cuerva también le sugirió ingresar por la puerta de atrás, algo que fue rechazado por Lalín. "Yo no soy un delincuente y no tengo por qué entrar por atrás. Y menos en mi casa", le contestó. Así, el Pelado no pudo sumar ni su voto a la causa.
No hizo falta esperar al recuento de los votos para saber que Molina era el nuevo presidente. El boca de urna le daba a este abogado de 43 años una ventaja de 2 a 1 sobre D'Aquila. Tendencia que se registró en las primeras horas de la elección y se mantuvo durante todo el día. Conocedor de estas cifras, al mediodía D'Aquila pidió por televisión que los socios concurrieran a votar porque "todo estaba muy parejo". Fue su intento de revertir la historia. Unas horas después, a las 15, Azerrad ya reconocía la victoria de Racing Vuelve.
¿Por qué ganó Molina? Forma parte del grupo que desarrolló un trabajo silencioso pero efectivo en el predio Tita Mattiussi y con la creación de la escuela Primaria en la sede. Y por cómo se rodeó. Consultados por este diario, muchos socios explicaron que vieron acertada la decisión de contar con Luis Carbone, nieto de uno de los primeros presidentes de Racing y con mucha presencia en Avellaneda, como vice primero. Y en especial aseguraron que optaron por Molina cuando se enteraron de que el padre Juan Gabriel Arias formaba parte de la lista. El cura, muy querido por los simpatizantes, fue incorporado una vez que recibió el permiso de la Iglesia para desempeñarse como dirigente. Y eso inclinó la balanza de los indecisos, ampliando así la diferencia sobre D'Aquila.
Dos minutos antes de las 18, Molina volvió a aparecer por la puerta de Mitre 934 y ahí se desataron los festejos entre los 700 hinchas que ya habían cortado totalmente la avenida. Lo recibieron al cantito de "se siente, se siente, Molina presidente". Siguieron con "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad, con Molina presidente el pasado nunca más". Y se acordaron de Blanquiceleste y sus dos gerenciadores (Fernando Marín y Fernando de Tomaso), para terminar el repertorio con Lalín. "Este es el triunfo de toda la gente de Racing. Y queremos sumarlos a todos para devolverle al club su grandeza. Nosotros tenemos gente capacitada para cada área, pero también reconocemos que en las otras listas hay profesionales de primer nivel", aseguró Molina antes de ser paseado en andas. Discurso típico de ganador, que el tiempo dirá si se transforma en un hecho.
Después, el nuevo presidente, el primero después de una década nefasta que sólo se mitigó con el título del 2001, saludó desde el balcón de su búnker instalado a unos metros de la sede y repitió su consigna de "honestidad y trabajo". Hoy asumirá y atacará dos frentes. Por un lado lo económico, con una auditoría. Y, por el otro, lo futbolístico: charla con Llop y refuerzos (Papu Gómez y Leguizamón). Racing Vuelve ganó. Y Racing volvió.
viernes, 19 de diciembre de 2008
Saluden a Quiebra, que se va...
El levantamiento de la quiebra de Racing es una realidad. El juez Enrique Gorostegui firmó esa resolución que implica el final de la aplicación de la ley 25.284 de Fideicomiso de Administración Deportiva. Así, a 48 horas de que los socios puedan elegir a las nuevas autoridades, el club tiende a su normalización. ¿Cómo se dio este paso fundamental? Desde la salida de Blanquiceleste a mitad de año se intentó dar con este desenlace en un cuento de una década con matices surrealistas.
El plan de pago que se implementó para poder certificar esta determinación que se tomó en La Plata fue el argumento para Gorostegui. El club, es decir Racing Asociación Civil, debe hacerse cargo de los 5.700.000 pesos que corresponden a la última cuota de la quiebra, con fecha de vencimiento para el 12 de enero. ¿Por qué? La empresa gerenciadora abonó apenas una parte de la anteúltima cuota y el club, que quedó como deudor solidario, se tendrá que hacer cargo de la deuda.
Además, una condición fundamental para este plan de pago llevó a Racing a tener una hipoteca sobre algunos bienes. ¿Cuáles? Las sedes de Avenida Mitre y de Villa del Parque como garantías de que se cumplirá con la pautado. La deuda no verificada y que asciende a unos 25 millones de pesos será clave en el asunto. Una vez que se pueda comprobar cuál es el monto definitivo, se actuará en consecuencia en el caso de que todavía haya acreedores, algo que, se supone, será así.
Otra de las cuestiones que también entraron en el paquete son los gastos que deberán cobrar quienes estuvieron a cargo de este proceso. Unos 5 millones de pesos entre sellados, honorarios y demás que corresponden al Organo Fiduciario y gente del Juzgado Civil y Comercial Número 16 de La Plata. Eso también se suma al pago por la cancelación de la quiebra. En definitiva, todos aquellos acreedores verificados podrán pasar desde el lunes por el banco Provincia para cobrar su dinero. Desde ese día en el que en Racing habrá un presidente luego de un largo período. El último, Daniel Lalín, fue quien el 13 de julio de 1998 presentó el pedido en el Juzgado por no poder hacer frente al pago de las cuotas del concurso preventivo.
Rodolfo Molina (Racing Vuelve), Hugo Recchia (Sarcac), Miguel D'Aquila (Ganar y CRA), Daniel Lalín (Gente de Racing) y Salvador Azerrad (Agrupación 25 de marzo) son los nombres en danza para iniciar una nueva etapa en el club de Avellaneda. Esos 5.857 socios habilitados para votar el domingo le darán a uno de los aspirantes y a su grupo de trabajo la posibilidad de comenzar a administrar los fondos de la institución. ¿Hay una idea concreta de cuánto queda en la caja, luego del desembolso para el levantamiento de la quiebra? Se estima que unos 7.000.000 de pesos, un monto escaso teniendo en cuenta que en Racing hay un déficit mensual de 1.500.000 pesos.
En el ingenio de la nueva conducción y en los fondos de inversión que se puedan arrimar, se intentará encarrilar este tren abandonado que experimentó la buena nueva con la privatización y ahora retorna a manos de los socios tras las elecciones.
La mala administración de la gerenciadora y ese movimiento de masas por las calles de Buenos Aires -cada vez con más volumen- hicieron que el poder político tomará partido, de una vez, por el club tantas veces golpeado. Entonces, se buscó la forma legal de darle salida a Blanquiceleste, justo antes de que el equipo jugará sus partidos ante Belgrano para quedarse en Primera. Hasta ahí llegó Racing: fue cuando la figura del interventor tomó fuerza nuevamente, esta vez respaldada por la política nacional. Ese cambio de García Cuerva por Nicolás Dilernia en el cargo fue determinante para acelerar los tiempos. Y, entonces, el ahora llamado a las elecciones del domingo. Eso que tanto se pidió y que ahora puede empezar a escribir otro capítulo -diferente- en la historia de un club desequilibrado.
El plan de pago que se implementó para poder certificar esta determinación que se tomó en La Plata fue el argumento para Gorostegui. El club, es decir Racing Asociación Civil, debe hacerse cargo de los 5.700.000 pesos que corresponden a la última cuota de la quiebra, con fecha de vencimiento para el 12 de enero. ¿Por qué? La empresa gerenciadora abonó apenas una parte de la anteúltima cuota y el club, que quedó como deudor solidario, se tendrá que hacer cargo de la deuda.
Además, una condición fundamental para este plan de pago llevó a Racing a tener una hipoteca sobre algunos bienes. ¿Cuáles? Las sedes de Avenida Mitre y de Villa del Parque como garantías de que se cumplirá con la pautado. La deuda no verificada y que asciende a unos 25 millones de pesos será clave en el asunto. Una vez que se pueda comprobar cuál es el monto definitivo, se actuará en consecuencia en el caso de que todavía haya acreedores, algo que, se supone, será así.
Otra de las cuestiones que también entraron en el paquete son los gastos que deberán cobrar quienes estuvieron a cargo de este proceso. Unos 5 millones de pesos entre sellados, honorarios y demás que corresponden al Organo Fiduciario y gente del Juzgado Civil y Comercial Número 16 de La Plata. Eso también se suma al pago por la cancelación de la quiebra. En definitiva, todos aquellos acreedores verificados podrán pasar desde el lunes por el banco Provincia para cobrar su dinero. Desde ese día en el que en Racing habrá un presidente luego de un largo período. El último, Daniel Lalín, fue quien el 13 de julio de 1998 presentó el pedido en el Juzgado por no poder hacer frente al pago de las cuotas del concurso preventivo.
Rodolfo Molina (Racing Vuelve), Hugo Recchia (Sarcac), Miguel D'Aquila (Ganar y CRA), Daniel Lalín (Gente de Racing) y Salvador Azerrad (Agrupación 25 de marzo) son los nombres en danza para iniciar una nueva etapa en el club de Avellaneda. Esos 5.857 socios habilitados para votar el domingo le darán a uno de los aspirantes y a su grupo de trabajo la posibilidad de comenzar a administrar los fondos de la institución. ¿Hay una idea concreta de cuánto queda en la caja, luego del desembolso para el levantamiento de la quiebra? Se estima que unos 7.000.000 de pesos, un monto escaso teniendo en cuenta que en Racing hay un déficit mensual de 1.500.000 pesos.
En el ingenio de la nueva conducción y en los fondos de inversión que se puedan arrimar, se intentará encarrilar este tren abandonado que experimentó la buena nueva con la privatización y ahora retorna a manos de los socios tras las elecciones.
La mala administración de la gerenciadora y ese movimiento de masas por las calles de Buenos Aires -cada vez con más volumen- hicieron que el poder político tomará partido, de una vez, por el club tantas veces golpeado. Entonces, se buscó la forma legal de darle salida a Blanquiceleste, justo antes de que el equipo jugará sus partidos ante Belgrano para quedarse en Primera. Hasta ahí llegó Racing: fue cuando la figura del interventor tomó fuerza nuevamente, esta vez respaldada por la política nacional. Ese cambio de García Cuerva por Nicolás Dilernia en el cargo fue determinante para acelerar los tiempos. Y, entonces, el ahora llamado a las elecciones del domingo. Eso que tanto se pidió y que ahora puede empezar a escribir otro capítulo -diferente- en la historia de un club desequilibrado.
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